Hay cosas que no se enseñan en el aula. Valores o habilidades que se suponen tienen que venir aprendidas desde casa, pero que son igual o más importantes para trabajar como profesionales que el mismísimo título.
Algunas de esas COMPETENCIAS PARA LA VIDA son: dar las gracias, sonreír, pedir disculpas… Javier Urra de hecho nos ha dado una ponencia muy interesante con 60 COMPETENCIAS que no han dejado indiferente a nadie.
La última parte de la jornada fue dada mediante un monólogo «sola no, conmigo misma» y posterior reflexión grupal puesta en marcha por parte de Isabel: integradora y educadora social.
Esperamos que hayáis aprendido y disfrutado mucho durante la jornada y que podáis aplicar esas competencias no sólo en vuestro trabajo, también para la vida.